El teléfono
Iba caminando por la calle un borracho y se encuentra con un amigo, y éste al ver que el borracho tenía las orejas en carne viva le pregunta:
_ Pero, ¿ qué te ha pasado compadre ?
_ Es que a mi esposa se le ocurrió dejar la plancha encendida, y sonó el teléfono y cogí la plancha por equivocación.
_ Pero, ¿ y la otra oreja ?
_ El maldito imbécil volvió a llamar.
Etiquetas: acudit, El Cura Marciano
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