sábado, 9 de mayo de 2015

El mono en el bar



Un tipo entra en un bar llevando a un mono con una correa. Se sienta, pide una bebida para él y un zumo de plátano para el mono. El animal se toma el zumo, tira el vaso al suelo y comienza a correr por todo el bar, lanzando gritos y haciendo destrozos. Finalmente, llega a la mesa de billar, se para, ve la bola blanca que está sobre el paño de la mesa; la coge y se la come. El dueño del bar, enfurecido, le recrimina al hombre:
_ Óigame, usted, ¡ Ese mono suyo es un salvaje, primero me destroza el bar y después se come mi bola de billar ! Los voy a echar a patadas a usted y a ese bicho de mierda.
El hombre, avergonzado, le dice al dueño:
_ No se preocupe amigo, yo le pago por todos los daños.
Dicho esto, saca un fajo de billetes y se va. Al cabo de una semana vuelven el hombre y su mono al mismo bar. El hombre pide un trago para él y un zumo de plátanos para el mono. El mono esta vez se comporta decentemente; se toma su trago y se pone a caminar mesa por mesa, pero sin romper nada. En esto que ve sobre una mesa un helado con una cereza encima. Agarra la cereza, la mira bien, y procede a metérsela en el culo con toda delicadeza. Se la saca, la vuelve a mirar, y se la come.
El dueño del bar, indignado, otra vez le recrimina al hombre:
_ ¡¡ Oiga !! Ese bicho suyo es un asqueroso. ¿ Vió lo que hizo ? Delante de todos mis clientes, se ha metido una cereza en el culo y después se la ha comido.
A lo que el hombre le contesta:
_ Si, mire, compréndalo, con lo que le costó cagar la bola de billar, ahora, antes de comer cualquier cosa, primero la mide.

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