El loro
Cada día, aquella mujer pasaba por delante de una peluquería para ir a trabajar, el loro que había allí le fastidiaba diciéndole:
_ Buenos días, puta.
Y de regreso a casa:
_ Buenas tardes, puta.
Hasta que un día, la mujer, ya cansada, le pide al dueño del loro que lo castigue.
_ ¿ Y cómo ?.- Pregunta el peluquero.
_ No sé. Píntelo de negro, por ejemplo.
Al día siguiente, estaba el loro pintado de negro. Al ver a la mujer, se quedó en silencio.
La mujer, con aires de victoria, se acerca al loro y le dice:
_ ¿ Porqué tan calladito ?
_ Es que cuando voy de smoking no hablo con putas
Etiquetas: acudit, El Cura Marciano
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio